En noviembre de 2015 se llevó a cabo la colocación de 3 cruces de color rosa1 en Chimalhuacán, Estado de México, por iniciativa de Irinea Buendía —madre de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio en 2010— quien fue apoyada por amigos y conocidos a través de un llamado hecho por redes sociales.
1 Desde hace más de una década, a lo largo del país se han colocado cruces de color rosa en memoria de las víctimas de feminicidio. Quien comienza con su colocación es la Sra. Paula Flores Bonilla, madre de María Sagrario de 17 años de edad, quien era trabajadora de una maquiladora y fue asesinada en 1998 en Cd. Juárez.