En noviembre de 2015 se llevó a cabo la colocación de 3 cruces de color rosa en Chimalhuacán, Estado de México. Esta fue una iniciativa a la que la Sra. Irinea Buendía -madre de Mariana Lima Buendía, víctima de feminicidio en 2010- me invitó a participar y fue apoyada por distintas personas a través de una convocatoria que lancé vía internet.
Para Doña Irinea y para muchas madres de las víctimas, estas cruces simbolizan el eterno luto por sus hijas y la declaratoria de que estos casos siguen ocurriendo en total impunidad; el color rosa se encarga de señalar los territorios de la muerte que, para las autoridades, siguen siendo invisibles.
Fotos: Tonatiuh Cabello y Sonia Madrigal.